Por: Jorge Vergara Carbó
La
Asociación de gobernadores elaboro un borrador del proyecto de ley de
Competencias, el cual contiene 176 páginas, para su discusión, recientemente el
gobierno puso a circular un borrador del proyecto de ley de competencias,
casualmente también con 176 páginas.
A nuestro
juicio, ambas propuestas muy extensas lo que complica su estudio por parte de alcaldes,
gobernadores y parlamentarios, creemos que tergiversan el espíritu del acto
legislativo No 003 de 2024, que se centra en incrementar la participación de
las entidades territoriales e indígenas en el SGP al pasar en 12 años, del 27%
al 39.5%, para cerrar brechas.
De acuerdo a
ambos proyectos, el gobierno nacional seguirá regulando el sistema educativo,
el sistema de salud, el sistema de agua potable y el sistema de saneamiento
básico. Sistemas que se llevan el 96%, del SGP, ya que el 4% restante, se
desinará a lo que llaman en la ley asignaciones especiales.
Los recursos
siguen siendo de destinación especifica, lo que significa que no se pueden
gastarse en otros menesteres. Se mantiene la inflexibilidad del presupuesto
donde el margen de maniobra está limitado por la ley. Los nuevos recursos se
deben gastar así: Educación 58.5%; Salud 24.5%; Agua y Saneamiento Básico 5.4%
y Propósito. General 11.6%. Las asignaciones especiales se distribuyen de
la siguiente manera: Resguardos indígenas 0.52%; Pueblos ribereños Río
Magdalena 0.08%; PAE 0.50% y FONPET 2.9%.
El proyecto
de ley, mantiene la participación en el SGP que venía recibiendo cada entidad
territorial. Los cambios se dan, para el incremento anual que tendrán estos
recursos en los próximos doce años, para llegar del 27% de los ICN al 39.5%. Es
decir 12.5%, que se plantea repartirlo en una doceava parte, lo que significa
incrementos anuales del 1.042%, a partir del año 2027. No se les olvide que el
año base para el cálculo es el año 2026, cuya participación de los ICN al SGP
en ese año, puede llegar a ser el 30%. De darse esa participación, el aumento
en los 12 años, que contempla la ley, será de 9.5%, y no de 12.5%. De ahí, la
importancia en los datos que suministra el gobierno sobre estos tópicos.
Tampoco
perdamos de vista que, en la discusión de este proyecto de ley, se presenten
divergencias de criterio influenciados por voces de expertos, que han venido
sosteniendo que con el déficit actual del gobierno del 7.5% del PIB, no es
conveniente seguir cediendo recursos del gobierno nacional a las entidades
territoriales. El debate no será fácil por ese motivo y otros que tienen que
ver con la disponibilidad del gobierno a desprenderse de funciones que viene
desempeñando, pero que estas con sus recursos deben ser asumidas por las
entidades territoriales.
El proyecto
de ley, no apunta a darle flexibilidad al gasto, en su articulado tan extenso y
confuso, no se incluye un artículo que diga algo cuando una entidad territorial
hay logrado 100%, de cobertura en educación, salud, agua potable y saneamiento básico
pueda utilizar parte de esos recursos, para propósito general y por supuesto
que en la ejecución de los mismos incluya las partidas necesarias para mantener
la infraestructura construida con los recursos del SGP. Esto es fundamental,
para evitar despilfarro de recursos.
Con relación
al cierre de brechas, en las entidades territoriales todo queda en manos de la
inclusión en el Plan de Desarrollo Nacional y en el Plan de las entidades
territoriales para que se incluyan las obras a realizar, sin garantizar que
estas serán financiadas con recursos del PGN y no con los recursos cedidos por
el SGP.
Otro
mecanismo para cerrar brechas, es el de la categorización de las entidades
territoriales, en Distrito Capital, ciudades grandes y grupos del 1 al 5 de
municipios y los Departamentos del grupo uno al tres. La categorización la hará
el DNP, utilizando varias variables como población certificada por el DANE,
ingresos fiscales, conectividad entre otros. Esta categorización a nuestro
juicio debería centrarse en las brechas hoy existentes entre las distintas
entidades territoriales. Incluso los nuevos recursos deberían asignarse
prioritariamente a las entidades territoriales que carezcan de agua potable,
alcantarillado, y su cobertura en educación y salud este por debajo del 60%.
Una de las maneras de disminuir brechas, es asignándole recursos y competencias
a las entidades territoriales con mayores carencias.
El proyecto
de ley, no plantea ese tipo de discusión, que es el verdadero debate para que
darle al que cuenta con recursos propios suficientes un porcentaje de los
nuevos recursos transferidos. Las grandes capitales del país, que en gran parte
han sido beneficiadas de una u otra forma con recursos del PGN y con
disposiciones especiales que le han permitido cierto grado de desarrollo
económico y social no deberían ser beneficiadas de los recursos adicionales
aprobados en el Acto Legislativo 003 de 2024.
Se establece
la siguiente distribución de los recursos adicionales, antes de llegar al 39.5%
de los ICN, y después cuando se llega a la meta fijada, así:
a) Para la Salud: 90% para CAPS,
incluyendo la formalización laboral a sus trabajadores. Esto significa que
todos deben ser de la planta de personal. Dudamos, de que el gobierno tenga
claro cuánto cuesta esa formalización. El 10% restante, para programas de Salud
Pública. Cuando se llegue a la meta del 39.5% de los ICN, el 100% a CAPS. Al
Distrito Capital le asigna el 100%, a los Departamentos el 45%, y el 55% a los
municipios y Distritos.
b) Para la educación, establece patrones
y le asigna el 100%, de los recursos adicionales.
c) Para Agua Potable y Saneamiento
Básico el 85% para Distritos y municipios y el 15%, para Departamentos.
d) Para Propósito General, los
distribuye de acuerdo a la población certificada por el DANE, niveles de pobreza
y Densidad étnica.
e) Para los Resguardos Indígenas, la
población, 30% para gastos de funcionamiento y el 70%, para inversión.
f) Para los pueblos ribereños del Río
Magdalena, que le corresponde el 0,08%, deben invertir en erosión,
arborización, navegabilidad, reforestación entre otras.
g) Para el FONPET el 2.9%, para cubrir
el pasivo pensional de las entidades territoriales.
h) Crea el Fondo de Estabilización de
Ingresos Territoriales (FEIT-SGP), como una cuenta especial manejada por el
banco de la República que se nutrirá con el 5%, de los ingresos adicionales del
SGP y de los rendimientos financieros de las inversiones realizadas, hasta
cuando alcancen la meta del 1% del PIB.
Finalmente,
para manejar todo lo concerniente a la autonomía y descentralización crea el
“Sistema de Autonomía y Descentralización Territorial” y el Consejo Superior de
Autonomía y Descentralización, ambos centrados en Bogotá, conformado por los
ministerios, que se encargarán de diseñar las políticas y ejercer el control en
el cierra de brechas.
La
verdad, un proyecto de ley engorroso, difícil de entender y menos en la
coyuntura actual, con un debate electoral polarizado y por supuesto con un
gasto público desbordado, hasta el punto que podemos terminar el año con un
déficit fiscal del 7.5% del PIB. No es fácil entender este proyecto de ley, por
lo que el gobierno debería replantearlo armando un equipo técnico que pueda
desplazarse a las regiones a tratar de explicarlo para que alcaldes,
concejales, diputados y parlamentarios lo entiendan y puedan aportar a mejorar
el proyecto.
ALGUNOS
COMENTARIOS AL PROYECO DE LEY DE COMPETENCIAS
“No
se delimitan competencias claras entre la Nación y los entes territoriales
Sumado a esto señalan desde Asocapitales que en el
texto que les fue entregado no se evidencia una reforma integral del Estado,
debido a que no se delimitan
competencias claras entre la Nación y los entes territoriales, motivo por el
cual advierten que se “generan vacíos que producen inseguridad jurídica y
administrativa”.
Iván González exdirector del DNP de este gobierno dice “El proyecto de ley sobre competencias que el Gobierno ha
puesto a circular, con el mensaje “Borrador Diálogo Social” no es malo ¡Es
pésimo! Es una tristeza que se esté perdiendo una oportunidad de oro para
diseñar instrumentos que permitan corregir las enormes desigualdades que
existen entre las regiones del país ¡La situación es decepcionante!”
Isidro Hernández, docente investigador de la
universidad Externado dijo:” por su parte, advirtió sobre los riesgos fiscales
de una reforma que, aunque incrementa los flujos de recursos hacia los
territorios, no necesariamente garantiza eficiencia ni sostenibilidad si no va
acompañada de una estructura técnica adecuada”.
En síntesis,
el proyecto no es bueno, es confuso, muy extenso al incluir temas que nada tienen que ver con el espíritu
del acto legislativo No 003 del 2019. No puede el gobierno pretender con
este proyecto de ley, tratar de reformar el sistema de salud, cuya ley se
discute en la Comisión VII del Senado. Ese proyecto no es para reformar el
sistema de salud, tal como lo propone el gobierno de invertir el 90%, de los recursos
adicionales en la creación de los centros de atención primaria (CAPS), y una
vez alcanzad la meta del 39.5%, el 100% de los recursos serán para los CAPS.
Este ha sido uno de los caballos de batalla del presidente Petro, que, al no conseguirlo
incluir en la ley de la salud, pretende que se apruebe en la ley de
competencias.
Hace falta
mucho debate, en el Caribe los gobernadores están más preocupados con el
proyecto de ley, que acaba de presentar el gobierno de pasar de una RAP a una
RET, que no tiene garantizado nada, y que también adolece de fallas, que en un
próximo artículo comentaremos, cuando deberían esta 100%, concentrados en el
proyecto borrador de la ley de competencias que es una realidad.
Es
importante, que se tenga claridad que el proyecto de ley de competencias, no es
para incluir en él, una reforma fiscal a las entidades territoriales, sino ver
como se trasladan competencias y recursos a las entidades territoriales más
pobres, para ir cerrando brechas.
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