EE. UU. desmiente planes de bombardeo en Venezuela tras versiones de prensa


El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, desmintió este viernes que el Gobierno estadounidense esté preparándose para bombardear instalaciones militares en Venezuela, luego de que el propio presidente Donald Trump negara también esas versiones. Ambas declaraciones surgieron horas después de que los diarios Miami Herald y The Wall Street Journal publicaran informaciones sobre un posible ataque aéreo contra el régimen de Nicolás Maduro.

Rubio, a través de la red social X (antes Twitter), fue categórico al rechazar los reportes periodísticos y arremetió directamente contra el Miami Herald. “Tus ‘fuentes’, que afirmaban tener ‘conocimiento de la situación’, te engañaron para que escribieras una historia falsa”, escribió el secretario de Estado, en respuesta a un artículo que aseguraba que la Casa Blanca evaluaba “acciones militares inminentes” sobre territorio venezolano.

El Miami Herald había citado a funcionarios anónimos con conocimiento directo de las discusiones en Washington, mientras que The Wall Street Journal ofreció una versión más prudente, afirmando que Trump “no había tomado una decisión final sobre ordenar bombardeos en tierra”, aunque reconocía la existencia de deliberaciones internas sobre cómo responder al “creciente desafío militar de Maduro”.

Durante un vuelo en el Air Force One, el presidente Trump fue consultado por reporteros sobre esas informaciones y negó tajantemente cualquier intención de atacar. “No, no son verdad”, respondió el mandatario, sin ofrecer mayores detalles.

Escalada en el Caribe

Aunque el Gobierno estadounidense insiste en que no hay planes de ataque, las tensiones con Caracas han aumentado considerablemente en las últimas semanas. Washington mantiene un despliegue militar en el Caribe, bajo el argumento de combatir el narcotráfico, una operación que se ha interpretado en algunos sectores como una demostración de fuerza dirigida al régimen de Maduro.

Fuentes militares han confirmado que en los próximos días llegará a la región el portaaviones USS Gerald Ford, el más moderno y poderoso de la flota estadounidense, acompañado por destructores y buques de apoyo. A esta fuerza se sumará el crucero lanzamisiles USS Gettysburg (CG-64), que fue desplegado este viernes, según reportes de periodistas especializados en defensa.

El despliegue se enmarca en una operación que ya ha dejado al menos quince ataques letales contra embarcaciones sospechosas de transportar drogas, con un saldo estimado de 61 muertos, de acuerdo con reportes de agencias internacionales. Washington sostiene que estos operativos tienen como objetivo interceptar cargamentos de cocaína y evitar que lleguen a territorio estadounidense. Sin embargo, desde Caracas, el Gobierno de Maduro ha acusado a Estados Unidos de usar el pretexto del narcotráfico para justificar una presencia militar intimidatoria.

Reacciones y contexto político

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela calificó las informaciones sobre un supuesto ataque como “parte de una campaña mediática de desestabilización” y advirtió que cualquier acción militar sería considerada “una agresión directa contra la soberanía nacional”.

Expertos en política internacional advierten que, pese a los desmentidos de Washington, la relación entre ambos países atraviesa su punto más tenso en años. El reciente endurecimiento de las sanciones, la ruptura de los canales diplomáticos y la creciente militarización en el Caribe mantienen el riesgo de un incidente que podría escalar rápidamente.

Por ahora, la posición oficial de la Casa Blanca es clara: no hay bombardeos planeados, aunque los movimientos militares y las tensiones diplomáticas siguen alimentando la incertidumbre en la región.


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