Petro promete proteger la Embajada de EE. UU. sin restringir las protestas por Palestina


El presidente Gustavo Petro respondió este lunes a la solicitud oficial de la Embajada de Estados Unidos en Colombia, que pidió reforzar la seguridad alrededor de sus instalaciones en Bogotá ante el aumento de protestas en favor de Palestina. El mandatario aseguró que su Gobierno garantizará la seguridad de la misión diplomática, pero sin limitar el derecho constitucional a la libre expresión y reunión.

“El Gobierno de Colombia protegerá la Embajada de los EE. UU., pero permitirá el libre derecho a la expresión y reunión del pueblo colombiano”, manifestó Petro en un mensaje publicado en su cuenta de X (antes Twitter).

La declaración se dio luego de conocerse la nota diplomática 2068, en la cual la embajada, encabezada por el encargado de negocios John McNamara, pidió al Ministerio de Relaciones Exteriores y al Gobierno colombiano reforzar las medidas de seguridad frente a las protestas, algunas de las cuales han derivado en hechos violentos.

Según el documento, la misión estadounidense solicitó “apoyo adicional de seguridad para garantizar que las manifestaciones cerca de instalaciones diplomáticas o empresas internacionales no afecten la integridad de las personas ni los bienes”. Además, advirtió que si persisten los disturbios, esto “podría provocar una reducción de la inversión extranjera directa y poner en riesgo el empleo de miles de colombianos”.

El presidente Petro, al reiterar su compromiso con la protección de las sedes diplomáticas, también hizo un llamado a los manifestantes: “Le solicito conservar las reglas de la paz. Mi posición es diferente a la del gobierno de EE. UU., y nos atacan por ello, pero somos firmes ante los principios de nuestra Constitución. Paz en el Caribe y paz en el mundo. Respetar el territorio bajo inmunidad diplomática de la embajada de los EE. UU.”, expresó.

El pasado jueves, una manifestación frente a la ANDI, en el norte de Bogotá, terminó en disturbios y daños al CAI de la Policía ubicado en la carrera séptima con calle 72. Aunque la jornada comenzó con consignas pacíficas en apoyo al pueblo palestino y a la flotilla humanitaria Sumud —interceptada por fuerzas israelíes en aguas internacionales con más de 500 activistas, entre ellos las colombianas Manuela Bedoya y Luna Barreto—, derivó en enfrentamientos que fueron condenados por las autoridades locales, incluido el alcalde Carlos Fernando Galán.

De acuerdo con un informe de la embajada estadounidense, el 28 de septiembre, un grupo de unos 100 manifestantes lanzó una bengala de humo dentro de la sede diplomática y derribó las barreras de seguridad. “Afortunadamente, gracias a la Policía Nacional, no hubo heridos”, señala el reporte.

La controversia se suma a las recientes tensiones entre Petro y el Gobierno estadounidense. El mandatario colombiano ha acusado al presidente Donald Trump de ser “cómplice del genocidio” en Gaza. “Si el señor Trump sigue siendo cómplice de un genocidio como hasta el día de hoy lo es, no merece más sino la cárcel”, dijo Petro en un consejo de ministros.

Desde la oposición, la representante Katherine Miranda (Alianza Verde) criticó el doble discurso del jefe de Estado: “Hoy pretende presentarse como defensor de la embajada de EE. UU., pero está jugando con fuego para distraer al país de su crisis de seguridad, económica y política. Gobernar no es provocar, es proteger. Y este Gobierno eligió el camino del caos”, afirmó.

Con el incremento de las movilizaciones en apoyo a Palestina, el Ejecutivo colombiano enfrenta ahora el reto de equilibrar la libertad de expresión con la responsabilidad de preservar el orden público y la seguridad diplomática, en un contexto internacional cada vez más tenso.


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