En una nueva manifestación de su doctrina “America First”, el expresidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, anunció la retirada del país de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), a la que calificó como “ineficiente, sesgada y antiestadounidense”.
La decisión, que ha generado críticas tanto dentro como fuera del país, se dio a conocer durante un discurso ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York, en el marco de su campaña para retornar a la Casa Blanca en 2025. Trump afirmó que su administración, en caso de ser reelegida, no financiará “organismos que actúan contra los intereses de Estados Unidos y sus aliados más cercanos, como Israel”.
Argumentos y contexto
Trump acusó a la UNESCO de tener “una agenda politizada, hostil con los valores occidentales y con una obsesión por atacar a Israel”. La relación entre EE.UU. y esta agencia de la ONU ha sido tensa por años. Ya en 2017, durante su primer mandato, Trump ordenó la salida del país de esta organización, aunque el gobierno de Joe Biden anunció su regreso en 2023, buscando retomar un papel activo en la diplomacia multilateral.
Ahora, con este nuevo anuncio, Trump pretende consolidar su narrativa nacionalista, en momentos en que varios organismos internacionales han criticado posturas republicanas en temas como cambio climático, migración y derechos humanos.
Reacciones divididas
El anuncio provocó reacciones encontradas. Desde sectores conservadores, fue celebrado como un “acto de soberanía y coherencia”, mientras que diplomáticos y expertos en relaciones internacionales expresaron preocupación por el aislamiento progresivo de Estados Unidos en el escenario multilateral.
“Retirarse de la UNESCO es un retroceso. Esta agencia cumple funciones fundamentales en educación, preservación del patrimonio cultural y cooperación científica. La decisión socava el liderazgo global de EE.UU.”, advirtió la exembajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power.
Refuerzo de política exterior dura
Durante su intervención, Trump también reiteró su intención de revisar los compromisos de EE.UU. con varias agencias de la ONU, criticando el funcionamiento del Consejo de Derechos Humanos y advirtiendo sobre una posible reducción de fondos a programas de asistencia internacional.
“Estados Unidos no será más el banco del mundo. Ya lo hicimos una vez y lo haremos de nuevo”, expresó ante aplausos de algunos de sus simpatizantes presentes en la sesión.
Un mensaje de campaña
El mensaje de Trump se interpreta además como parte de su estrategia para consolidar el voto republicano más duro. Con críticas directas a Biden, la ONU, China y la Corte Penal Internacional, el exmandatario busca proyectarse como el único líder capaz de proteger los intereses nacionales ante lo que llama “el globalismo sin freno”.
Analistas advierten que, aunque la salida formal de EE.UU. de la UNESCO podría demorar en concretarse, el anuncio ya tiene implicaciones diplomáticas y podría afectar programas en curso tanto dentro del país como en zonas de conflicto donde la UNESCO opera activamente.
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