China registró pérdidas económicas directas por más de 7 600 millones de dólares en los primeros seis meses de 2025 como consecuencia de múltiples desastres naturales. De acuerdo con el Ministerio de Gestión de Emergencias, más de 23 millones de personas se vieron afectadas por eventos como un fuerte terremoto en la región de Tíbet, deslizamientos de tierra en provincias del suroeste y graves inundaciones en el sur del país.
Las inundaciones representaron más del 90 % de los daños totales, con más de 51 mil millones de yuanes en pérdidas. Además, se reportaron 307 personas fallecidas o desaparecidas y más de 620 000 evacuadas por emergencia. El impacto también incluyó la destrucción de 29 600 viviendas y daños en más de 2,1 millones de hectáreas de cultivos.
Aunque las cifras son alarmantes, el reporte oficial indica que las pérdidas fueron un 41,9 % menores que las del mismo periodo en 2024, cuando China enfrentó condiciones climáticas extremas que elevaron los costos a niveles récord. Las autoridades atribuyen esta reducción a mejoras en los sistemas de respuesta y prevención, aunque advierten que los desafíos persisten.
El Ministerio alertó sobre la intensificación de lluvias y actividad ciclónica en el segundo semestre del año, especialmente entre julio y agosto, lo que podría agravar la situación en regiones vulnerables. En respuesta, el gobierno ha ampliado su red de compensaciones económicas y reforzado los sistemas de defensa contra inundaciones.
China, considerada uno de los países más expuestos a fenómenos naturales, enfrenta una presión creciente sobre su infraestructura debido al cambio climático y la urbanización acelerada. Las autoridades han reiterado la necesidad de fortalecer la resiliencia nacional ante eventos extremos que, según expertos, podrían volverse más frecuentes e intensos en los próximos años.
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