Según el documento, Portugal aprobó formalmente el acuerdo el 26 de febrero de 2025 y envió una delegación conjunta con Francia a Bogotá en marzo para activar el cronograma técnico. Sin embargo, en reuniones sostenidas entre el 6 y 7 de marzo, el nuevo equipo de la Cancillería expresó reparos sobre el modelo heredado, solicitando convertir el acuerdo en un convenio interadministrativo internacional y garantizar una asignación presupuestal para los diez años de vigencia del contrato.
Estas condiciones llevaron a la conformación de mesas técnicas y jurídicas que fueron suspendidas a finales de mayo, generando una parálisis en el proyecto. Desde entonces, la Casa da Moeda de Portugal asegura que solo ha sido convocada para responder inquietudes puntuales, sin avances estratégicos ni técnicos concretos.
El gobierno portugués manifestó su compromiso con el proyecto, pero también su frustración por la falta de decisiones desde Colombia. En la misiva, solicita claridad sobre la fecha estimada para retomar el proceso y sobre si se mantendrán los diseños y especificaciones técnicas ya validadas, lo que permitiría continuar con la producción de materiales en las fábricas europeas.
La revelación del documento ocurre en medio de una creciente incertidumbre sobre la viabilidad del nuevo modelo estatal de emisión de pasaportes, liderado por el jefe de despacho presidencial Alfredo Saade. Mientras tanto, el contrato actual con Thomas Greg & Sons está próximo a expirar, y el país enfrenta el riesgo de quedarse sin libretas disponibles a partir del 1 de septiembre.
La Procuraduría General de la Nación mantiene abierta una investigación disciplinaria contra Sarabia y otros funcionarios por presuntas irregularidades en la contratación del nuevo proveedor. El gobierno colombiano deberá tomar decisiones urgentes para evitar una crisis en la expedición de documentos de viaje.
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