La trampa natural de Texas Hill Country: cómo el suelo amplificó la tragedia

PN

*Una combinación letal de geografía, clima y suelos poco profundos convirtió la lluvia en catástrofe

Lo que comenzó como una tormenta estacional terminó en una de las inundaciones más mortales registradas en Estados Unidos. Al menos 100 personas murieron tras el desbordamiento súbito de ríos y arroyos en la región de Texas Hill Country, donde la configuración del terreno jugó un papel decisivo en la magnitud del desastre.

Suelos que no absorben, colinas que aceleran

Expertos del Servicio Geológico de EE. UU. y universidades locales coinciden en que el terreno de Hill Country —con pendientes abruptas, suelos poco profundos y una base de roca caliza impermeable— actúa como un canal natural de aceleración para el agua. “En apenas 90 minutos, puedes tener seis metros de agua en un arroyo”, advirtió el profesor Hatim Sharif, de la Universidad de Texas en San Antonio.

La zona conocida como Flash Flood Alley concentra el mayor número de muertes por inundaciones en el país: 1.069 víctimas entre 1959 y 2019, según estudios recientes.

La tormenta fue provocada por una masa de aire húmedo proveniente del Golfo de México, que se estancó sobre las colinas debido a un perfil de vientos inusual. La condensación constante generó lluvias de hasta 45 centímetros en tres horas, según registros en el condado de Kerr.

El río Guadalupe, epicentro del desastre, subió 9,6 metros en solo dos horas, arrastrando vehículos, casas y campamentos infantiles.

La falta de modelos de predicción localizados y sistemas de alerta temprana agravó la tragedia. “La gente necesita saber qué significa recibir 18 centímetros de lluvia en su zona. ¿Se inundará mi calle? ¿Mi casa?”, cuestionó Sharif.

El cambio climático también juega su parte: la cantidad promedio de lluvia en el sur de EE. UU. ha aumentado un 15 % en los últimos 40 años, intensificando eventos extremos.


 

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