Gobierno investiga alzas en precios de la energía pese a altos niveles en embalses


Un oficio remitido desde el Ministerio de Minas y Energía encendió las alarmas en el sector eléctrico colombiano. El documento, firmado por el jefe de Asuntos Regulatorios, Carlos Bedoya, llegó el pasado viernes a los despachos de la presidenta de XM, María Nohemí Arboleda, y del superintendente de Servicios Públicos, con una instrucción clara: elaborar un análisis que detalle las posibles señales o alertas detectadas sobre el comportamiento de los agentes del mercado de energía, en especial aquellas que pudieran estar incidiendo en el inusual aumento de los precios de la bolsa en las últimas semanas.

Aunque el oficio contiene términos técnicos —como “pivotalidad” y “ofertas de arranque y parada”— lo que realmente preocupa al Gobierno es una aparente contradicción: mientras los embalses del país se encuentran con niveles de agua superiores al 80 por ciento y con aportes hídricos mayores a la media histórica, los precios de la energía en bolsa han presentado incrementos significativos, lo que se traduce en mayores ganancias para los generadores.

En una tabla anexa, el ministerio advirtió que el 14 y 28 de agosto pasado los precios superaron los 2.200 pesos por kilovatio hora, a pesar de que el promedio de generación de ese mes se ubicó en apenas 251 pesos. “Resulta preocupante que estos aumentos se produzcan en un contexto de abundancia hídrica”, se lee en el documento.

Dudas del Gobierno

El ministro de Minas y Energía, Edwin Palma, ya había señalado desde finales de julio que los embalses del país estaban prácticamente llenos, e incluso algunos se encontraban “botando agua”. Sin embargo, en determinadas horas el precio de la energía se ha pagado hasta 10 veces más caro que el promedio.

Palma también recordó que a las hidroeléctricas se les reconoce el cargo por confiabilidad, un mecanismo diseñado para garantizar la oferta energética en periodos de sequía o estrés, por lo que resulta aún más cuestionable que, en momentos de abundancia, los precios escalen sin justificación aparente.

La Corporación Autónoma Regional (CAR) reportó que la mayoría de embalses están por encima del 80 % de su capacidad y, en el caso de La Regadera, la cifra llega incluso al 110 %. Aun así, en agosto se registraron transferencias por más de 10 mil millones de pesos, de las cuales el 60 % se concentraron en grandes generadoras como Isagén, EPM y Celsia, según fuentes del Ministerio de Minas.

Respuesta del sector

Frente a las inquietudes oficiales, Natalia Gutiérrez, presidenta de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgen), manifestó que su gremio no hace análisis de precios ni proyecta ofertas, pero subrayó que las variaciones en el mercado responden a factores identificables y verificables.

“Los generadores actúan bajo reglas claras de la CREG, con la supervisión de la Superintendencia de Servicios Públicos y la SIC, y con el control operativo de XM. En ese marco, los precios fluctúan por condiciones como oferta disponible, compromisos contractuales, hidrología, costos de combustibles, arranques y paradas de térmicas, y restricciones de red, entre otros”, explicó.

La dirigente gremial fue enfática en señalar que el mercado enfrenta una coyuntura compleja derivada de la demora en la entrada en operación de nuevos proyectos de generación. Según sus cifras, la incorporación de nueva capacidad ha estado muy por debajo de lo esperado: en 2021 solo ingresó el 7 % de la energía proyectada; en 2022, el 28 %; en 2023, el 17 %; en 2024, el 25 %; y en lo corrido de 2025 apenas el 1,6 %.

“Estos retrasos, sumados a un crecimiento sostenido de la demanda, explican buena parte de la presión sobre los precios. La lógica es simple: a menor cantidad de energía disponible en el sistema, mayor el precio; y, a mayor disponibilidad, menores precios”, sostuvo Gutiérrez.

Riesgo de déficit energético

De acuerdo con información de XM citada por Acolgen, los márgenes entre oferta de energía firme y demanda ya son negativos en un -1,6 % este año, lo que significa que, ante una coyuntura climática extrema, no habría suficiente capacidad para cubrir el consumo nacional.

La líder gremial advirtió que este panorama debería encender las alarmas sobre la necesidad de acelerar los proyectos en curso y garantizar condiciones de inversión estables. “Urge que se creen reglas claras y previsibles que permitan atraer capital y desarrollar nuevas iniciativas de generación en todas las tecnologías, desde hidroeléctricas hasta fuentes renovables”, puntualizó.

El cruce de argumentos refleja un debate de fondo sobre el modelo de mercado eléctrico colombiano. Mientras el Gobierno sospecha de conductas que podrían estar alterando los precios en beneficio de las generadoras, el sector privado insiste en que el problema radica en la falta de expansión de la oferta y en la creciente demanda.

Lo cierto es que el análisis solicitado por Minminas a XM y a la Superservicios podría arrojar luces sobre las verdaderas causas de la volatilidad en los precios. En medio de un escenario de embalses llenos y lluvias por encima de la media histórica, la ciudadanía espera respuestas claras, pues las alzas en la energía impactan directamente en las tarifas de los hogares y en los costos de producción de la economía.

El pulso apenas comienza, y de sus resultados dependerá no solo la confianza en el mercado, sino la hoja de ruta para garantizar que Colombia cuente con energía suficiente, asequible y sostenible en los próximos años.


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