Por GERMAN AGÁMEZ
Everth Hawkins, gobernador del departamento de San Andrés,
que comprende además las islas Providencia y Santa Catalina, durante el periodo
2020-2023, conversó con playnoticias para hacer un balance de su
gestión y compartir su visión sobre la administración actual. Durante la
entrevista, Hawkins abordó aspectos políticos, sociales y culturales, con
especial énfasis en los retos estructurales que enfrenta el archipiélago.
Una gestión marcada por la adversidad
“A nosotros nos tocó gobernar en uno de los periodos más
difíciles de los últimos 100 años: la pandemia del COVID-19 y los huracanes
Iota y Julia. Hicimos lo que pudimos con lo que teníamos, y creo que logramos
avances importantes a pesar de todo”, afirmó Hawkins.
Uno de los logros que destacó fue la creación de la Empresa Social del Estado (ESE) departamental, que empezó a operar durante su mandato. “Con esta entidad, lanzamos proyectos clave como la unidad renal, que benefició a casi un centenar de pacientes que antes debían desplazarse a tierra firme para recibir tratamiento de diálisis. Sin embargo, hoy esta unidad no se ha puesto a funcionar”. Según Hawkins, ese proyecto está en riesgo por la falta de apoyo de la administración actual.
También se refirió al desarrollo de obras de
infraestructura: “San Andrés tenía rezagos de más de 30 años. Logramos avanzar
en la reconstrucción de la malla vial, en la ampliación de camas UCI -pasamos
de 6 a 21-, y fortalecimos la red de salud insular. Todo esto, en medio de un
panorama muy complejo”.
El respaldo del gobierno Duque
Hawkins reconoció el respaldo del gobierno nacional durante
su administración. "”ván Duque nos apoyó, especialmente en el manejo de la
pandemia y en la reconstrucción de Providencia tras el paso del huracán Iota.
La isla quedó devastada, pero el compromiso del gobierno permitió una respuesta
rápida y efectiva. Ni la gobernación ni la alcaldía podrían haber hecho ni el
10 % de lo que se logró sin ese apoyo”.
Según relató, muchos pacientes en estado crítico fueron
trasladados a Barranquilla gracias a la articulación con el Ministerio de
Salud. “Se salvaron muchas vidas gracias a esa coordinación. No todo fue
perfecto, pero se hizo lo humanamente posible”, agregó.
La administración sucesora
Hawkins fue crítico frente al gobierno departamental que lo
sucedió, liderado por Nicolás Gallardo Vásquez, cuya elección fue anulada en
abril de 2025 por el Consejo de Estado debido a doble militancia. “Ese gobierno
entró mirando por el retrovisor. Intentaron torpedear nuestras obras, criticándome
a mí, pero afectando a la gente”.
Afirmó que muchos proyectos sociales y de infraestructura
fueron abandonados o ralentizados por razones políticas. “Desafortunadamente,
la inexperiencia de personas que nunca estuvieron en la administración pública
pasa factura”, aseguró.
La salud, un tema urgente
Uno de los puntos más sensibles en San Andrés es la
prestación de servicios de salud. “Cuando salimos del gobierno, dejamos la ESE
caminando. Hoy, debería estar en su etapa más madura. Pero los intereses
particulares han primado y eso ha debilitado la atención en salud”, denunció.
Explicó que muchos sanandresanos deben desplazarse a otras
ciudades para ser atendidos, generando altos costos para el sistema. “Hay
pacientes en diálisis que llevan cuatro años viviendo en hoteles en
Barranquilla. Si se hubiera continuado con la unidad renal, eso no estaría
pasando”, dijo.
Problemas estructurales
Para Hawkins, el problema principal de San Andrés es la
superpoblación. “De allí se derivan la mayoría de dificultades: ambientales, de
ordenamiento territorial, inseguridad, presión sobre acuíferos, construcciones
ilegales, pobreza y un sistema de salud desbordado”.
En su opinión, para abordar este problema se necesita un
compromiso real y efectivo del Estado colombiano. “No basta con planes
regionales. Hace falta una estrategia nacional para la reubicación y el control
del crecimiento poblacional”.
Otro problema que mencionó fue la aculturación. “La
identidad cultural raizal está amenazada. A pesar de los esfuerzos de la
comunidad por preservar su lengua, costumbres y tradiciones, la presión
demográfica y la falta de políticas culturales eficaces han debilitado nuestro
tejido social”.
Lo que viene
Sobre su futuro político, Hawkins no descartó nuevas
aspiraciones. “Estoy considerando una candidatura a la Cámara de Representantes
o incluso volver a aspirar a la gobernación. No pudimos cumplir todo por las
circunstancias excepcionales que enfrentamos, pero queda mucho por hacer y
tenemos la experiencia para seguir contribuyendo”.
También mencionó la posibilidad de aspirar a cargos
nacionales, dependiendo de la dinámica política en el país. “Nos hemos
preparado para eso. Hay que observar el panorama del Senado, la Cámara y hasta
de la presidencia”.
Un llamado al gobierno nacional
Finalmente, Hawkins hizo un llamado al gobierno nacional. “San
Andrés no puede seguir siendo una región olvidada. Necesitamos inversión,
infraestructura, salud, educación y, sobre todo, una estrategia de fondo para
mitigar la superpoblación y proteger nuestra cultura”.
“No se trata solo de política; se trata del futuro de todo
un pueblo que está en riesgo de desaparecer como comunidad diferenciada.
Necesitamos un Estado que actúe con responsabilidad y visión de largo plazo”.
Con estas palabras, Hawkins concluyó una conversación
franca y crítica, que pone sobre la mesa los grandes retos que enfrenta el
archipiélago de San Andrés y deja abierta la posibilidad de un nuevo ciclo
político en su carrera.
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