La Cámara aprobó el proyecto, pero aún debe superar dos debates clave en el Senado
El Congreso de la República ha dado un paso significativo hacia la transformación del sistema judicial colombiano. La Cámara de Representantes aprobó en las últimas horas la reforma a la justicia, una ambiciosa iniciativa que promete desatascar los engranajes de una justicia lenta y sobrecargada. Sin embargo, la incertidumbre no se disipa: al proyecto aún le restan dos exigentes debates en el Senado antes de convertirse en ley.
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La reforma, presentada como una solución integral para agilizar los procesos judiciales y aliviar el sistema penitenciario, contempla cambios de fondo. Entre sus ejes más destacados están las medidas para combatir la congestión carcelaria, incluyendo mecanismos alternativos a la prisión preventiva en casos de delitos menores. De ser aprobada, esta disposición podría reducir significativamente el hacinamiento que hoy castiga a miles de reclusos en Colombia.
Pero el suspenso no da tregua. Las voces a favor y en contra del proyecto comienzan a alzarse con mayor intensidad. Mientras sus promotores destacan los beneficios sociales y operativos de la reforma, algunos sectores alertan sobre vacíos legales y el riesgo de impunidad. En el Senado, el proyecto se enfrentará a dos nuevos filtros: comisiones y plenaria, donde los debates suelen ser más complejos y polarizados.
El mayor enemigo, sin embargo, no es el contenido, sino el tiempo. Si la reforma no se aprueba antes del cierre del actual período legislativo, podría quedar archivada, echando por tierra meses de trabajo y expectativa ciudadana.
Desde el Ministerio de Justicia se hace un llamado urgente al Congreso: "Colombia no puede esperar más por una justicia eficiente y humana". El país entero estará atento a las decisiones que se tomen en las próximas semanas, en medio de un clima político cargado de tensiones.
📌 ¿Avanzará la reforma o será otra promesa frustrada del sistema judicial colombiano?
El desenlace aún no está escrito.
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