Durante la madrugada de este miércoles, al menos seis tractomulas fueron incendiadas en la carretera que conduce al puerto de Buenaventura, en un nuevo episodio de violencia contra el transporte de carga en esta estratégica vía del suroccidente colombiano. El ataque dejó a un conductor herido, quien fue atendido en un centro médico de la zona.
El hecho se presentó en el tramo conocido como El Viajano, entre los municipios de Buga y Buenaventura, en el departamento del Valle del Cauca. De acuerdo con versiones preliminares, hombres armados interceptaron a los conductores, obligaron a detener los vehículos y posteriormente les prendieron fuego. La Policía de Carreteras y unidades del Ejército se desplazaron a la zona para asegurar el perímetro y adelantar las labores de investigación.
Las primeras hipótesis apuntan a que detrás del atentado estarían grupos armados ilegales que operan en la región y que, mediante estos ataques, buscan presionar al Gobierno o ejercer control territorial. Sin embargo, hasta el momento ninguna organización se ha atribuido el hecho.
El general Tito Yesid Castellanos, subdirector de la Policía Nacional, afirmó que se están recolectando elementos materiales probatorios y testimonios para establecer con precisión las circunstancias del ataque. “Este tipo de acciones criminales afectan no solo la seguridad de los transportadores, sino también la economía nacional, dado que se trata de una de las rutas más importantes para la exportación e importación de mercancías”, declaró.
Organizaciones de transportadores han manifestado su preocupación por la creciente inseguridad en las carreteras del país y han pedido mayor presencia de la Fuerza Pública, especialmente en corredores estratégicos como el que conecta al puerto de Buenaventura, que mueve cerca del 40 % del comercio exterior colombiano.
El Ministerio de Defensa convocó un consejo de seguridad extraordinario con autoridades regionales para evaluar las medidas de protección a los transportadores y establecer operativos de control en el área.
Este nuevo hecho de violencia se suma a una serie de ataques contra la infraestructura vial y de transporte en varias regiones del país, en medio de un contexto de reacomodamiento de estructuras armadas ilegales y desafíos persistentes en materia de orden público.
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