"Juégale Nelsón..." El pianista que marcó el pulso de la salsa en Colombia y Venezuela

A mediados de la década de 1960, un joven pianista venezolano comenzó a brillar en el panorama musical del Caribe: Nelson González, cuyo talento y pasión por la música lo convirtieron en uno de los grandes referentes de la salsa en Venezuela y Colombia.

En aquellos años dorados de las grandes orquestas que hacían vibrar clubes icónicos de Nueva York como El Palladium —con nombres legendarios como Tito Puente, Tito Rodríguez y Eddie Palmieri—, el movimiento salsero empezaba a tomar forma también en tierras suramericanas. Mientras en la Gran Manzana los trombones de Willie y Johnny Colón marcaban pauta con su sonido irreverente, en Venezuela surgían nombres como Orlando y su Combo, Ray Pérez y Cheché Mendoza. Y en Colombia, especialmente en Barranquilla, la salsa comenzaba a calar con fuerza de la mano de  Pedro Pete Vicentini y agrupaciones como La Protesta de los hermanos Boiga.    

En medio de este despertar musical, Nelson González consolidó una propuesta propia que capturó el alma de los melómanos del continente. Su hermano, Luis Felipe González, se convirtió en el vocalista estrella de su orquesta, y juntos dieron vida a una discografía inolvidable que aún resuena en la memoria colectiva de los salseros.

Canciones como Llorándote, Canto a la montaña, El forastero, El tema del papelón, La sirena, Bailaderos, Londres, La canción del viajero, Gitana y Canción india se volvieron himnos en regiones tan diversas como la costa Caribe, Antioquia, el centro del país y la costa pacífica colombiana.

Hace pocos días, Nelson González Rojas partió a la eternidad, dejando un legado imborrable. Su música sigue viva en el corazón de quienes vibraron con la época dorada de la salsa. A él le debemos momentos de goce, letras románticas y ritmos que nos transportan a tiempos más felices.

Descanse en paz, maestro Nelson. Su piano sigue sonando en nuestras almas. ¡Juégale, Nelsón!

Nelson González