El Ejército israelí confirmó este martes 9 de septiembre que llevó a cabo un “ataque preciso” contra altos mandos de Hamás en Catar, en un hecho sin precedentes que eleva la tensión en Medio Oriente y amenaza con descarrilar las negociaciones para un alto el fuego en la Franja de Gaza.
La ofensiva, reconocida por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y la agencia de seguridad Shin Bet, representa un salto inédito en la estrategia israelí: extender sus operaciones más allá de Gaza y atacar en Doha, la capital de un país aliado de Estados Unidos y mediador clave en el conflicto.
Escalada inédita
En un comunicado, Israel aseguró que el objetivo del bombardeo fueron “dirigentes responsables de la masacre del 7 de octubre y de la guerra contra Israel”. Aunque no se especificó la localización exacta, medios internacionales y autoridades cataríes señalaron que las explosiones ocurrieron en un complejo residencial de Doha, presuntamente vinculado a miembros de Hamás.
La cadena Al Jazeera, con sede en el emirato, citó a testigos que hablaron de potentes detonaciones y mostró imágenes de daños materiales en instalaciones utilizadas por la organización islamista. Un periodista de AFP también constató afectaciones en la zona.
El gobierno catarí reaccionó de inmediato, calificando el ataque como un “acto cobarde” y una “flagrante violación del Derecho Internacional y de la soberanía nacional”.
Mediador bajo presión
El episodio golpea directamente el rol de Catar como uno de los principales mediadores en las conversaciones para una tregua entre Israel, Estados Unidos y Egipto. Según fuentes de Hamás citadas por Al Jazeera, el ataque se produjo mientras una delegación negociadora discutía la más reciente propuesta de alto el fuego impulsada por el presidente estadounidense, Donald Trump.
El plan plantea una tregua inicial de 60 días acompañada por un intercambio gradual de rehenes israelíes a cambio de prisioneros palestinos.
Sin embargo, Israel ha reiterado que la cúpula de Hamás instalada en Doha dirige desde hace años las operaciones militares del grupo y orquesta la guerra contra su territorio.
Impacto político y militar
Aunque la agencia EFE reportó que los líderes de Hamás sobrevivieron al ataque, la acción añade incertidumbre al frágil proceso de negociación. Paralelamente, el primer ministro Benjamin Netanyahu ordenó una nueva ofensiva terrestre para tomar el control de Ciudad de Gaza, bastión histórico del movimiento islamista.
En Israel, la cadena pública Kan aseguró que Washington fue informado previamente de la operación, aunque la Casa Blanca no emitió un pronunciamiento inmediato. Para Catar, socio estratégico de Estados Unidos y sede de importantes bases militares norteamericanas, la ofensiva israelí plantea un reto directo a su papel como anfitrión de las conversaciones.
Futuro incierto
El ataque en Doha abre un escenario imprevisible: mientras Israel refuerza su ofensiva militar dentro y fuera de Gaza, la mediación catarí queda en entredicho. La comunidad internacional teme que esta escalada complique aún más las posibilidades de alcanzar un alto el fuego inmediato y prolongue la crisis humanitaria en la Franja, que ya ha dejado miles de víctimas.
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