Lo que debía ser una jornada de júbilo y celebración en Liverpool se convirtió en una escena de caos y desesperación. El lunes 26 de mayo, mientras decenas de miles de aficionados celebraban la consagración del Liverpool FC como campeón de la Premier League, un vehículo embistió a la multitud en las calles de la ciudad, dejando un saldo de 50 heridos, entre ellos 11 hospitalizados, varios en estado grave.
El incidente ocurrió cerca de las 6:00 p.m., hora local, justo cuando finalizaba el desfile del equipo en un autobús descubierto que recorrió 16 kilómetros de la ciudad. Entre los heridos se encuentran cuatro niños, uno de los cuales permanece en estado crítico, según el último parte médico entregado por el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS).
La Policía de Merseyside confirmó que el sospechoso, un hombre británico de 53 años, fue arrestado bajo los cargos de intento de asesinato y conducción peligrosa. Las autoridades informaron además que el individuo conducía bajo los efectos de drogas y descartaron desde el inicio que se tratara de un acto terrorista. “Se trata de un incidente aislado”, puntualizó la subdirectora de la Policía, Jenny Sims.
A pesar de la fuerte lluvia, la ciudad se vistió de rojo el lunes. Era la primera vez en 35 años que los hinchas del Liverpool podían festejar un título de liga inglesa con un desfile público, después de que la última consagración, en 2020, ocurriera en plena pandemia de covid-19. El festejo marcaba el cierre de una temporada histórica para el club, que alcanzó su vigésimo título de liga tras empatar el domingo en Anfield contra el Crystal Palace.
La tragedia ensombreció el recorrido triunfal encabezado por figuras como Mohamed Salah y Virgil van Dijk, quienes acompañaron al resto del plantel en el autobús que había culminado su ruta apenas minutos antes del atropello.
La jefa de la Policía local hizo un llamado a la calma y pidió evitar la difusión de información falsa en redes sociales. “No estamos buscando a ninguna otra persona en relación con este hecho. Pedimos a la ciudadanía no especular ni compartir versiones sin fundamento”, declaró Sims. La celeridad en la respuesta policial fue notable, especialmente si se compara con incidentes previos en el Reino Unido, donde la lentitud y la falta de claridad alimentaron rumores y tensiones sociales.
En entrevista con la BBC, el exjefe de la Policía Metropolitana de Londres, Dal Babu, explicó que esta respuesta rápida también buscó evitar una ola de desinformación como la que tuvo lugar en 2023, cuando un ataque con cuchillo en Southport —con tres niñas asesinadas— generó disturbios a raíz de falsas acusaciones en redes sociales sobre la identidad del agresor.
Algunas versiones preliminares, recogidas por medios como Sky News, relataron la angustia vivida en el lugar. “Fue muy ruidoso, la gente estaba desesperada”, contó una testigo. “Intentaron detener al conductor, incluso rompieron los vidrios del coche antes de que la policía los alejase del vehículo”.
La conmoción se reflejó también en las reacciones del mundo deportivo y político. Clubes como el Manchester United, Manchester City y Everton expresaron su solidaridad con los afectados. Desde la FIFA, su presidente Gianni Infantino envió un mensaje de apoyo a las víctimas. “Nuestros pensamientos y oraciones están con todos los afectados por este trágico suceso”, declaró.
El Primer Ministro del Reino Unido, Keir Starmer, también manifestó su consternación. “Las escenas que tuvieron lugar en Liverpool son espantosas. Todo el país está con ustedes”, afirmó en un comunicado.
La ciudad permanece bajo una fuerte presencia policial, y aún continúa acordonada la zona donde ocurrió el atropello. La investigación sigue abierta para determinar los motivos detrás del acto del conductor, cuya identidad no ha sido revelada aún por las autoridades.
Mientras tanto, la comunidad de Liverpool se encuentra dividida entre la alegría deportiva y el dolor colectivo. La fiesta del fútbol, que había reunido a multitudes bajo un mismo color y un mismo canto, se transformó en una noche trágica e inolvidable para los seguidores del club.
Aunque el Liverpool FC podrá celebrar su título desde lo deportivo, la tragedia deja una marca imborrable en la memoria de la ciudad. Un recordatorio doloroso de que incluso las celebraciones más esperadas pueden verse opacadas por la irrupción de la violencia y el desequilibrio individual.
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